Estos cuadros de cebra representan uno de los mayores contrastes de la naturaleza con
el que se crea una interferencia óptica que despista a los depredadores de antaño al igual
que a los de ahora: las cámaras de televisión, cuyos sensores no son capaces de registrar
semejante contraste. Bien por las cebras!!
Todo fotógrafo sabe de este indeseado moirè al fotografiar texturas, camisas a rayas o
escalones de escaleras mecánicas, y aunque la tecnología de la imagen logra múltiples
formas de reducirlo, lo cierto es que el riesgo de que nuestra foto o grabación presente
moirè nunca desaparece del todo.
Cuantas veces los actores, modelos y presentadores reciben instrucciones de no llevar
en su indumentaria nada que tenga rayas, y es que el susodicho moirè puede estropear
una buena toma si no se monitoriza bien y el efecto pasa inadvertido durante la grabación.
He aquí un nuevo cuadro a la venta con el animal que mejor emplea este efecto como
estrategia de supervivencia: