1001 NOCHES ESTRELLADAS

El camino de un artista está hecho de vivencias al margen de los cauces habituales,

porque no se inhiben con las formalidades y el pensamiento imperante de su época.

Buscan cielos inasibles y noches estrelladas mágicas que la luz de la ciudad eclipsa.

Intentan resistir porque no están dispuestos a renunciar a ser libres y que su imaginación

vuele hacia nuevos horizontes más allá de las costumbres de su tiempo y el orden social.

En estas condiciones, muchos artistas son capaces de no contagiarse por el afán frentista

con el que los líderes políticos tratan de intoxicar a sus parroquianos. Suelen salirse de la

norma y no creerse que deban acatar ley humana alguna, para así dejar fluir la vida y soñar

como si fueran niños, liberan su imaginación conectando su universo interior con cada nueva

e irrepetible noche estrellada que consiguen contemplar

 

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